CIEN AÑOS MALGASTADOS

 Si lo que quieres es vivir cien años,,,,, no vivas como vivo yo. Soltaba Sabina aquello por su boca canalla mientras yo seguía caminando. Y de golpe, y al escucharlo me trasladé a cientos de ciudades como en aquella novela, donde un tal Alan comprendía por fín que la vida puede ser demasiado larga e insipida ni uno no la vive como quiere y haciendo las cosas que le gustan.
Miraba de arriba a abajo a una ciudad que en mucho tiempo me parecia renovada. Sería tal vez, por ese Sol que irrumpía llevandose el letargo de noventa días malgastados.
Al compás de la música sonaba cada golpe de mis tacones caminando, buscando ese momento que pueda llenar mi vida entera, o al menos, pensando en como hacerle una trampa al destino para poder ganarselo. Apuestas que van cien contra uno y que siguen creyendo no conseguiré.
Y se cruzaban miles de caras, que podrían ser la de cualquiera que retrasase mi encuentro con el destino o que traidoras estuviesen conspirando en contra de aquella conspiración que de tanto desearlo yo había creado.
Y los adoquines aquella mañana abrían rendijas para atraparme, para detener aquellos pasos que como aquel Diego decía tenían que llevarme a todos los lugares que aumentarían mi sabiduria, para así entender mejor.
Era como si de pronto me moviera por un camino que ya había andado, como si un "deja vu"  de repente junto a mi me estuviese acompañando. Como si segundo a segundo  me volviera a coger de la mano, como si sentados en una mesa la melancolía me preguntase si para comer quiero carne o pescado. Como si todos los años vividos pidiesen un cortado para recordar viejos tiempos y hablar de este nuevo presente que quiere seguir recordando.
Y seguía caminando, y volví la vista hacia un lado, miraban el tablero fijamente, como si los contrincantes fuese los dueños del mundo del rey con el jugaban. Y levanta poderoso el caballo uno de ellos, y se para con él en alto y vuelve a dejarlo en su sitio; tal vez le falló la estrategia de la jugada con la que estaba soñando,,,,, Yo, por mi parte,  sigo pensando que fue cobardía por conservar un reino antes de haber hecho lo que realmente sentía
Decía después Sabina, que para no soñar podías preguntar por unas pastillas, que ya no sé si tomandolas con un poco de agua basta, o te las tendrías que administrar a bofetadas, por aquello de mantenerte bien despierto, espantando al sueño teniendo los ojos abiertos, o tal vez será que el sueño no duerme y vive en nosotros cuando mas sentimos.
Sé, que no quiero cien años insipidos, ni descubrir que he perdido el tiempo cuando se esté acabando el mío.
Una ciudad nueva cada día que se crea con los ojos que la miran y un año vivido antes de 99 mas guardando el miedo en los bolsillos.
Un sol que da vida, que renueva lo que alumbra.

 Mil batallas luchadas antes que ninguna perdida.

Cientos de besos en tu boca dados con gallardía, antes de lágrimas que rocen  bocas, las  de los cobardes que se quedaron vacías

MOMENTOS QUE VIVA DESPACIO PARA LLENAR UNA VIDA QUE HA DE TERMINAR CUANDO PAGANDO MIS DEUDAS, ME HAYA QUEDADO SIN UN DURO, NI SUEÑOS PARA CUMPLIR PORQUE YA LOS HABRE VIVIDOS TODOS